Por fin se llevará a cabo la coronación del Rey Carlos III, pero más allá de mencionar la fastuosa lista de invitados te hablaremos más sobre los rituales que se deben realizar durante el evento.
Cabe mencionar que esta es una ceremonia de más de mil años:
Sucederá en la Abadía de Westminster y se prevé que dure 90 minutos y se espera que asistan unas dos mil personas a la ceremonia, entre las que se encuentran 100 jefes de Estado, miembros del gobierno británico, así como invitados de otras casas reales alrededor del mundo.
Todo comenzará con una procesión en la que Carlos III y la reina consorte, Camila, se trasladarán desde el Palacio de Buckingham a la Abadía de Westminster en una majestuosa carroza que será tirada por seis caballos.
Estarán acompañados por el heredero de la corona, el príncipe William, su esposa Kate y sus hijos.
Este recorrido pasará por puntos importantes de Londres como la Plaza de Trafalgar y la Plaza del Parlamento, mientras que son escoltados por varios regimientos de la guardia real, vestidos con uniformes de gala.
Varios objetos valiosos figurarán durante la ceremonia de coronación de Carlos III:
La corona de San Eduardo:
una rica obra de más de 300 años que es símbolo de poder y la dignidad del monarca como jefe de Estado.
Trono de coronación:
Debajo de ella estará la Piedra del Destino, que es una roca sobre la que sentaban los reyes de Escocia. Se debe colocar una mampara alrededor del monarca para que nadie pueda verlo, ya que el momento de la unción se considera tan sagrado que no debe haber testigos.
Después el decano de Westminster verterá el aceite de crisma, o aceite sagrado, de la ampolla, de un recipiente en forma de águila dorada, a la cuchara de la coronación que data del siglo XII.
Destaca que el aceite de la unción se extrajo de aceitunas del Monte de los Olivos en Jerusalén, fue consagrado por el patriarca de Jerusalén y el arzobispo anglicano de esa ciudad en la Iglesia del Santo Sepulcro.
Normalmente, el aceite se perfuma con ajonjolí, rosas, jazmín, canela, neroli, benjuí, ámbar y flor de naranja, pero Carlos III al ser un representante de la lucha contra el cambio climático ha solicitado que en su aceite se excluyan productos de orígen animal como es el ámbar gris, que se obtiene de las vísceras del cachalote y un extracto de las glándulas de la civeta.