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Barcelona es denunciado por corrupción 

Debido a que se realizaron supuestos pagos millonarios al exdirigente arbitral José María Enríquez Negreira con el fin de favorecer al club blaugrana en la “toma de decisiones de los árbitros” en todos los partidos que disputara, la fiscalía ha denunciado al FC Barcelona y a sus ex presidentes Josep María Bartomeu y Sandro Rosell. 

Lo que la fiscalía propone es que el actual presidente del Barcelona, Joan Laporta, funcione como testigo y ha interpuesto su denuncia ante el juzgado de instrucción número 1 de Barcelona, con la idea de que el acumule en las diligencias previas incoadas a raíz de una querella presentada por el árbitro del VAR Estrada Fernández contra Negreira, por los delitos de corrupción entre particulares, falsedad documental y administración desleal. 

Desde hace casi un año, se han realizado las investigaciones por parte de la fiscalía hacia Negreira por supuestos pagos que se han realizado a través de dos empresas y por los que ha recibido casi siete millones de euros por parte del club culé por supuesto asesoramiento verbal. 

Además de Rosell quien fue presidente de la institución entre 2010 y 2014, así como Bartomeu entre 2010 y 2020, la denuncia se dirige contra el ex director ejecutivo del club Oscar Grau y el ex director de deportes profesionales Albert Soler, que eran los hombres de máxima confianza de Bartomeu, de acuerdo al ministerio público. 

La Fiscalía sostiene que tanto los presidentes Rosell y Bartomeu el blaugrana alcanzó y mantuvo un acuerdo que era estrictamente confidencial, pero de manera verbal con el entonces vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros: José María Enriquez Negreira para que pudieran realizar actuaciones tendientes favorecer al FC Barcelona en la toma de decisiones de los árbitros en los partidos, así como en los resultados de las competiciones, a cambio de dinero. 

Para esto, las sociedades de Negreira giraron entre enero de 2011 y junio de 2018 facturas que fueron presentadas al cobro ante el FC Barcelona, sin que respondiera a ninguna prestación o servicios de asesoramiento técnico real.