Empresario mexicano, que era dueño de las tiendas deportivas Martí y el fundador de la organización México SOS.
Su frase icónica “si no pueden renuncien” se dio luego del secuestro y asesinato de su hijo Fernando en el 2008 y fue su bandera de reclamo ante el gobierno de Felipe Calderón.
Desde entonces y hasta el último día de su vida, Martí alzó la voz ante la inseguridad que desde entonces y hasta sus últimos días aqueja en este país.
Aunque se desconocen las causas, la tarde del lunes se dio a conocer el fallecimiento del empresario, a sus 73 años de edad.
Nació en la Ciudad de México en el año de 1950, estudió en la Universidad La Salle. Nieto de Domingo Martínez Rivera, quién en 1936 fundó con su hijo Domingo Martí Fortún, la primera tienda de artículos deportivos.
Para el año de 1950 deportes Martí ya dominaba el mercado local y en 1968, en vísperas de los Juegos Olímpicos de la Ciudad de México, el empresario implementó un stand deportivo en Villa Olímpica, lo que lo llevó a hacer una tienda reconocida a nivel nacional, para que un año después comenzará la expansión de sucursales en plazas como Universidad, Insurgentes y Satélite.
Para 1995 anunció la creación de una cadena de gimnasios vanguardistas con cómodas instalaciones, que resultó en un gran éxito.
Posteriormente, Martí se alió con Alfredo Harp Helú y con ello, sus empresa comenzó a participar en nuevos proyectos, como el actual estadio de béisbol de los Diablos Rojos de México y el Salón de la Fama del béisbol mexicano.
La llegada de México SOS, se derivó de qué su hijo Fernando Martí de 14 años, fue secuestrado el 4 de junio de 2008, 53 días después fue localizado sin vida en la cajuela de un automóvil con reporte de robo en Coyoacán.
Las investigaciones en ese momento apuntaron a que el plagio fue perpetrado por la banda de los Petriciolet, que era liderada por Abel Silva y apenas en septiembre del 2022 recibió una condena por 384 años de prisión.
Para 2009 su fundación México SOS encabezó el Consejo Nacional de Seguridad, donde Alejandro Martí reclamó al gobierno calderonista la crisis de violencia que se vivía en México.
“Señores, si piensan que la vara es muy alta, que es imposible hacerlo, si no pueden, renuncien pero no sigan ocupando las oficinas de gobierno, no siguen recibiendo un sueldo por no hacer nada. Eso también es corrupción” expresó.
Al momento, la organización se ha dedicado a dar voz y promover leyes a favor de la seguridad ciudadana.
Ante la sentencia de 300 años para los secuestradores de su hijo, se decía confiado y esperanzado en que esto fuera un precedente que marcó un antecedente claro para los demás miembros de la banda que secuestró a su hijo.