Checo Pérez llegó al podio de Bakú en la segunda posición, supo mantenerse desde el inicio de la carrera, al ganarle el lugar a Charles Leclerc y apoderarse de la posición y con ello el liderato de la carrera.
Al mexicano le tomó solo cuatro vueltas separarse 2.4 segundos de diferencia de Leclerc, quien recibía el ataque de Max Verstappen.
Pérez comenzó a perder ventaja sobre Leclerc durante algunos sectores de la pista, pero volvía a marcar distancia en la zona 1 y 3, las más rápidas de la pista de Bakú.
Para la vuelta nueve, Carlos Sainz se detuvo en la escapatoria del sector 1 y esto provocó que Leclerc tuviera una detención gratis, pero Ferrari realizó una mala detención al tardar 5.4 segundos y con ello perder la ventaja que habría alcanzado sobre Red Bull.
Checo Pérez llegó a Bakú con 110 unidades en su cuenta e inició desde la segunda posición, misma en la que finalizó y vio cómo en la vuelta 20 el monegasco se retiraba por un problema en el motor.
Aunque Checo encabezó la carrera, fue perdiendo ritmo y pasó de tener una ventaja de 13 segundos a 8 segundos y luego perdió tres segundos ante su compañero de escudería, por lo que ingresó a pits a la vuelta 17, parada que le costó de 5 a 7 segundos.
Luego de que empezara a salir humo en la Ferrari de Leclerc, el panorama empezó a mejorar para el jalisciense en este circuito.
Checo Pérez llegó a 128 puntos mientras que Verstappen hizo lo propio con 150 unidades y se afianzó en el liderato con lo que se afianzó en la búsqueda del bicampeonato en la máxima categoría.
El equipo Red Bull tuvo una buena cosecha de puntos entre Pérez y Verstappen, ya que con 43 unidades ampliaron la ventaja en el campeonato mundial de constructores.
A través de redes sociales, el mexicano escribió que no fue el mejor resultado para él, pero si fue uno bueno para el equipo.