Para nadie es nuevo que el metro se inunde, pero en una semana de tragedia y muchas dudas respecto a este medio de transporte, una inundación es lo que le faltaba al Gobierno de la Ciudad.
Se trata de las primeras lluvias de la temporada y si bien nos hace falta mucha agua por las intensas sequías que se registran en el Valle de México, la realidad es que ahorita los ojos de todo el mundo literalmente están sobre lo que ocurre en el Metro.
La fuerte lluvia comenzó alrededor de las 6 de la tarde y en cuestión de minutos los pasillos de la estación se llenaron de agua.
Para las 9 de la noche el Sistema de Transporte colectivo Metro tuvo que echar mano de bombas de agua para sacar la que se había estancado en los pasillo y remates de las escaleras.
De inmediato tanto trabajadores como personas fueron sacadas de la estación para evitar accidentes y así el equipo de limpia pudiera resolver los inconvenientes que causó el nivel del agua.
Cada año en varias estaciones de todas las líneas se reportan este tipo de problemas, las inundaciones son el pan nuestro de cada día, pero no se les da la importancia debida. Después del desplome ocurrido en la línea 12 es muy importante voltear a evaluar cada uno de estos lugares, por que ponen en peligro constante la vida de los usuarios.