El 14 de Abril de 1912 el gigante de acero se hundió en las gélidas aguas del Atlántico Norte, pero hay algunas historias que no han sido contadas.
La historia del Titanic ha sido contada por décadas; ya sea con documentales, películas, infografías, programas de tv y radio, pero a pesar de tener tanta información, existen “datos curiosos” que nadie menciona y que son súper interesantes.
Aquí les presentamos algunas cosas que no conocían y ahora los hará ser más sabios.
BOLETO MÁS CARO
Este es un ticket original del Titanic; el más caro de hecho, tenía un valor de 4500 libras, un aproximado de 124517.50 pesos mexicanos, esto incluía una suite de lujo, mucama, y alimentos.
PERRITOS RESCATADOS
Por años la historia se centró en las personas que iban a bordo y la forma en la que fueron rescatados, pero nadie menciona que en el Titanic viajaban 12 perros de diferentes razas, en el momento del naufragio se lograron salvar a estos 3 cachorros. Desafortunadamente sus dueños no pudieron salir vivos del accidente y fueron adoptados por otra familia poderosa.
ALERTA DE ICEBERG
Aunque se muestra que el no haber visto la zona de Icebergs puede ser parte de una “maldición”, la realidad es que el capitán y su equipo sí fue informado de los cuerpos de hielo en esa parte del Atlántico, pero en el afán de llegar más rápido a Nueva York, decidieron “cortar” camino por donde sabían era complicado.
Se emitieron un par de alertas de Iceberg y algunos expertos atribuyen el “no haberlos visto” a tiempo, con una reflexión en la luz, una ilusión óptica que impidió se vieran los conos.
CARTEL ORIGINAL
Esta era la publicidad con la que StarLine anunció el primer viaje de Titanic, ellos sabían que era un barco enorme y por lo mismo había serias posibilidades de un hundimiento. Pero la palabra “más” era lo que les importaba, así que presumían de tener el “Barco más grande del mundo“.
LOS PANADEROS BORRACHOS
Sabemos que el barco chocó con un Iceberg a las 2 de la mañana, muchos de los pasajeros estaban dormidos, otros terminando reuniones, pero esta historia es particular. Charles Joughin era uno de los panaderos que trabajaba en la embarcación, él junto a sus amigos de cocina bebieron demasiado whisky esa noche y gracias a los altos niveles de alcohol en su sangre, no sufrieron de hipotermia y lograron ser rescatados del agua sin ningún problema.
Al contar su testimonio a los medios de comunicación de la época le daba gracias a Dios y al alcohol que lo había salvado, dijo “nunca más me alejaré del Whisky”.