Detienen al Monster implicado en la masacre de la familia LeBarón

Las autoridades federales detuvieron este lunes a José Alfredo “N”, alias “El Monster”, presunto miembro del crimen organizado y señalado como uno de los principales implicados en la masacre de la familia LeBarón, ocurrida en noviembre de 2019 en los límites de Sonora y Chihuahua.
La captura fue confirmada por la Fiscalía General de la República (FGR), que informó que el sujeto fue ubicado gracias a labores de inteligencia y seguimiento realizadas por elementos de la Guardia Nacional y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), en colaboración con el Centro Nacional de Inteligencia (CNI). La detención se realizó sin uso de violencia en el estado de Chihuahua.
“El Monster” es considerado uno de los principales operadores de la célula criminal responsable del ataque armado en el que murieron nueve integrantes de la familia LeBarón, entre ellos seis menores de edad. Según las investigaciones, habría participado directamente en la planificación y ejecución del atentado, el cual conmocionó tanto a México como a la comunidad internacional.
Julian LeBarón, activista y familiar de las víctimas, declaró a medios nacionales que la detención representa un paso importante hacia la justicia, aunque subrayó que aún falta esclarecer completamente los hechos y castigar a todos los responsables.
Hasta el momento, más de 30 personas han sido detenidas en relación con este caso, aunque las investigaciones continúan. El crimen ha sido atribuido a disputas entre grupos delictivos que operan en la región norte del país.
“Seguiremos trabajando para garantizar la justicia y que no haya impunidad en este lamentable caso”, señaló la FGR en un breve comunicado.
Jacinto “N” fue trasladado a la Ciudad de México, donde será presentado ante un juez federal en el Centro de Justicia Penal del Altiplano, Estado de México, bajo cargos de homicidio calificado, delincuencia organizada y delitos contra la salud.
La familia LeBarón ha exigido en diversas ocasiones una mayor rendición de cuentas por parte del gobierno mexicano y estadounidense, y ha señalado que el ataque pudo haberse evitado con una mejor coordinación de seguridad en la zona.
El caso continúa siendo uno de los episodios más dolorosos y emblemáticos de la violencia criminal en México en la última década.