Como cada fin de semana, el conductor y locutor de radio publicó en su canal de YouTube, una entrevista en la que ahora le tocó el turno a la actriz Kate Castillo para sincerarse sobre alumnos sucesos que han marcado su vida.
La también productora, brindó detalles de sus amores, su encuentro con Joaquín Guzmán Loera, así como el proceso legal por el que tuvo que atravesar para regresar a México.
Del Castillo, recordó a sus amorosas, así como su matrimonio con Aaron Díaz y confesó haberse sentido forzada por el actor y las familias de ambos.
“ Aaron es un chico que es puro amor, simplemente no era para mí. Me casé muy presionada, nunca me quise casar. Ahí si yo no me quería casar y lo hice nada más para darle gusto a su familia, a la mía, a él mismo. Él quería tener hijos y él ya sabía que yo no quería tener hijos”
También compartió que luego de dos divorcios se encuentra en una relación estable con una persona a la que conocí mientras se producía la famosa serie “La Reina del Sur”.
El único detalle que dio sobre esta relación es que su pareja es 10 años menor que ella, pero con un alma vieja, que ha pasado por cosas muy fuertes en su vida y por ello es muy maduro e inteligente.
Uno de los tópicos que no pudo quedar fuera de esta conversación, entre ella y Jordy Rosado fue su reunión con el Chapo Guzmán y reveló como fue que la gente que trabajaba para él. Se puso en contacto con ella y todo lo que tuvo que suceder para que se celebrara el encuentro.
“Mi mamá me habló y me dijo. Oye, te están buscando para algo grande… Entonces me dijeron, somos los abogados del señor Guzman, por supuesto que me interesó y dije que sí. Suspensivos me entregaron el primer teléfono. No pensaba mucho, yo iba por mi historia. Me dieron el celular y empecé a textear con él. Y yo decía no puedo creer que estoy texteando con él. Yo le mandé el primer mensaje y me contestó… Terminamos yendo a verlo”
Este encuentro le costó que las autoridades mexicanas emprendieran un proceso legal en su contra, por ello tuvo que mantenerse lejos de nuestro país, y bajo la lupa, hasta se ventilaron conversaciones privadas.
Recordó que le fincaron tres cargos en contra y no podía hablar con su familia, porque todo el tiempo estaba siendo monitoreada.
“Lo fácil fue estar ahí con él, lo difícil fue lo que vino con el gobierno. Fueron tres años de no poder volver a mi país con unos carros que no tenían absolutamente nada que ver”
Confesó haber estado en el ojo de la CIA, de la DEA y del FBI, pero que ella siempre tuvo claro que si algo le pasaba sería por parte del gobierno mexicano no por el cartel.