El sueño de Cruz Azul con la posibilidad de levantar tres títulos, se diluyó por completo luego de caer en la Campeones Cup ante el Columbus Crew. Fue la falta de contundencia y poca eficacia en la defensa que los orilló a despedirse del segundo torneo en el semestre.
El partido comenzó de una manera desafortunada para el campeón de la Liga MX, encajando un autogol al minuto cuatro, debido a un desvío de Brayan Angulo. Fue un balde de agua fría para los cruzazulinos, que rápidamente cayeron en la desesperación y fueron presa del juego de fricción que propuso el cuadro estadounidense.
Por supuesto hubo un intento de empate encabezado por Yoshimar Yotún, Ignacio Rivero y Juan Escobar, pero el arquero Bush respondió para salvar a su equipo.
A pesar de la intensidad y del ritmo veloz de juego, el partido estuvo lleno de faltas por parte de ambos equipos y reinó el malestar rumbo al medio tiempo, debido a las decisiones arbitrales y por ánimo que se generó en la intensa disputa de la pelota.
En la segunda mitad, Santiago Giménez y Jonathan Rodríguez protagonizaron el ataque y empujaron a Columbus contra su propia portería a través de una serie de aproximaciones de peligro, empezando con la que perdió el Cabecita, apenas en el arranque del segundo tiempo.
El partido se fue convirtiendo en una galería de tiro para los cementeros, pero hubo poca puntería. El Crew apostó por un contragolpe para liquidar el partido, pero la máquina le dio pocos espacios a pesar de su postura ofensiva.
Cualquier esperanza de empate se vio eclipsada después de que Mensah se elevó en el área celeste para cabecear un centro de Valenzuela y rebasar a Jesús Corona, en el minuto 74. Por lo que ya fue imposible para los mexicanos acortar la distancia.